El Amigo

Seguimos en nuestras vidas un camino largo, para unos más que para otros y a ser posible, procuramos que sea recto, sin muchas curvas y todos deseamos que no tenga baches, simplemente, por evitar complicaciones y que nuestro caminar sea lo más apacible posible.

Buscamos un compañero de viaje, porque nos resulta difícil caminar solos.

Procuramos buscar compañía para hacer más llevadero el tiempo de andar y con la ayuda de otros, ir sorteando los baches que van surgiendo, que son muchos y en ocasiones, profundos, de los cuales, a veces, nos resulta difícil salir.

Al lado siempre nuestra familia, la mujer o el marido, los hijos, como antes nosotros hemos ido con nuestros padres y antes, ellos con nuestros abuelos, todos forman ese apoyo básico y mutuo y sin el cual, hoy por hoy, no seríamos, al menos para mi, capaces de seguir caminando, por lo menos caminando rectos. El primero y gran apoyo.


Algunos conseguirán este apoyo, otros no lo tendrán, porque no han podido encontrarlo o porque no han querido formarlo. Cada uno forma su vida como y cuando desea. Para mi la familia el primer apoyo, básico y fundamental.

Por otro lado, los amigos, éstos te los vas encontrando en el camino y depende del ritmo que lleves al andar, los vas dejando atrás o te dejan a ti, vas encontrando otros, que también se adelantan o atrasan, algunos perduran en tu memoria toda la vida, otros simplemente desaparecen y unos cuantos, pocos, están junto a ti cuando llega el bache en el camino.

A estos rendiremos hoy homenaje, a los amigos que siempre aparecen cuando los necesitas y aunque todos los amigos y/o conocidos te aportan algo, bueno o malo, aunque sea mínimo, a lo largo de tu caminar, siempre en la memoria, en el momento preciso, esta el verdadero amigo que camina a tu lado.

Si eres o has sido capaz de encontrar a ese amigo, enhorabuena, realmente es complicado conseguirlo. Caminar juntos.