Deporte

De siempre me ha gustado el deporte, tanto verlo como practicarlo. Muchas horas de fútbol y bicicleta adornan mi niñez y mi juventud. Muchas horas de gimnasio en la edad pre-adulta.... pero el paso inevitable del tiempo, para bien o para mal, nos hace ir perdiendo esas cualidades físicas y con ello nos hace ir cambiando la perspectiva de la práctica deportiva, simplemente porque ya no te ves con fuerza y/o animo para seguir jugando a ser deportista.

De esta forma, la visión del juego se modifica y sigues vibrando con el equipo de tus amores, en la especialidad deportiva que sea, en mi caso básicamente en el fútbol, con mi ATLETICO y a nivel de casa, con mi BARBASTRO, disfrutas con que España sea la mejor, para desgracia de los Franceses, en Fútbol, en Baloncesto, en Ciclismo, en Tenis..... en casi todo, pero de verlo a practicarlo, hay un espacio insalvable.

Y disfrutas con que tu hijo siga tu afición y como tu, de niño, juegue y se divierta con el fútbol y, lo más importante, ame el deporte.

Pero tu vas abandonando la práctica deportiva y de vez en cuando, arriesgando las leyes de la física, te atreves a dar cuatro patadas a un balón, un poco de raqueta en un frontón, algo de natación, pero basicamente, el deporte más arriesgado que haces y sólo de vez en cuando, es caminar, que no es poco.

Y llega en ese día que creyendo que eres un mago del balompié y que tienes mucho que enseñar a esos pequeñajos, te atreves a disputar el clásico de padres contra hijos y lo que es natural ocurre, rotura de fibras y un mes de reposo, que casualidad, justo antes de empezar el verano. ¡¡Es que no tienes edad!!.....te dicen los amigos.

Cerveza y tapas en el bar, algo de petanca y se termina el verano y asustado ves como la bascula señala cifras que nunca antes habías visto y te asustas. Piensas "me estoy deteriorando poco a poco". Te levantas del sillón, haces una reflexión y dices..... "tengo que salir a la calle".

Te vistes ropa deportiva, te calzas las zapatillas y sales.....¿Y ahora que?. No puedo. ¿A donde voy?. ¡¡Si tengo 50 años!!. ¿Qué pretendo?. Vuelves al sillón.

Un angelito sobre tu hombro te va diciendo ¡¡Tu puedes!! ¡¡Animate!!..... mientras el diablillo, en el otro hombro, te dice, ¡¡Estas tonto!! ¡¡Abre una cerveza, enchufa la TV y descansa!!.

Al final, uno puede al otro, como siempre ocurre, para bien o para mal y lo vuelves a intentar, encuentras a alguien que te anima, te apoya, te ayuda.....¡¡Que importante es esto!!. Lo intentas y ves que no eres el único, que hay mucha gente que también sale a la calle, anda, corre, va en bici, en solitario o con los amigos, con los hijos. El primer día, acabas muy mal, la lengua cerca del suelo, sudando como un cerdo camino del matadero, no sientes las piernas..... pero algo dentro de ti, te dice ¡¡¡ BIEN !!!..... Has hecho algo importante aunque sólo sea por inusual.

Y sales otro día, después de andar un poco, te atreves a trotar.... acabas peor que el día anterior, pero alguien te vuelve a animar y te dice ¡¡¡ MUY BIEN !!!.

Lees un blog de un "correcaminos" habitual y te pica un gusanillo un poquito más. Buscas información para debutantes con edad. Programas tus salidas, tus distancias, tus tiempos. Te compras unas zapatillas nuevas..... y vuelves a salir. Un día, otro más y ya no lo puedes dejar..... ¿que pasa?.

Te marcas objetivos, pretendes una meta..... la barriga se reduce, las piernas se endurecen, la bascula se relaja, te sientes mejor..... ¡¡Quizás esto sea bueno!!

Te haces una revisión, ya que la edad y el tiempo de inactividad te obliga..... el corazón funciona bien, pero no te vuelvas loco, vigila tus pulsaciones, se constante, te queda mucho camino..... pero no lo dejes, todavía tienes edad.

Ahora después de dos meses, ya no puedes parar, quizás ya nunca puedas correr una maratón, ni una media, quizás nunca llegues a la meta en una competición..... pero el poder salir a correr varios días te hace feliz y hace que tus sensaciones sean positivas, tu estado de animo es mejor, fisicamente te encuentras muy bien y logicamente, afrontas cada día desde una perspectiva más optimista y eso es bueno.

Mi Historia. Dedicada a todos los que, incluso sin saberlo, han hecho posible que ahora trote unos cuantos kilómetros sin parar y me sienta bien. GRACIAS.