lunes, 18 de octubre de 2010

Así son en el ATLETI

Se presumía una tarde emotiva en el Manzanares, y bastaron sólo cuatro minutos para comprobar que estábamos en lo cierto. Fue el tiempo que transcurrió desde que acabó un intenso minuto de silencio hasta que el Calderón comenzó a rugir al grito de "Arteche, Arteche". Ya podía marcar Simao un golazo o Delgado Ferreiro dar una mala lección de pito que el jugador cántabro fallecido esta semana en Madrid iba a ser el protagonista. Lógico, porque la huella que dejó Arteche en este estadio es profunda y alargada.
El de ayer fue el primer encuentro sin el que fuera capitán rojiblanco en la grada, como un aficionado más. Pero los suyos se encargaron de recordar su memoria y brindarle un bello homenaje, sin duda, el que más le hubiese gustado, el de su gente. Pasó once año defendiendo el mismo escudo en el campo y después lo hizo en la grada, como uno más. Por eso, ayer era su día.
Antes de entrar al campo, uno ya podía hacerse una idea de lo que significó Arteche para los atléticos. En la puerta '4', el dorsal que lució durante la mayor parte de su carrera, aficionados anónimos improvisaron un altar presidido por una bandera del Atlético de Madrid y otra de España. "Capitán, gracias. Arteche siempre presente en nuestros corazones", se podía leer en las telas bañadas por la brisa del Manzanares.
Ya dentro del estadio, abarrotado para despedir al mito y celebrar el día de las peñas, tras el himno rojiblanco, llegó el minuto de silencio. Bufandas extendidas y silencio sepulcral con un enorme retrato de Arteche presidiendo el fondo sur. Precisamente fue ahí donde le brindaron otro homenaje. Nadie cantó ni animó hasta que llegó el minuto 4 a los videomarcadores. Entonces, el Calderón se puso en pie para dar una ovación de 60 segundos a la par que el grito de "Arteche, Arteche", retumbaba en el estadio. A la vez, una pancarta: "Ayer tu honraste la rojiblanca y este templo. Hoy este templo y la rojiblanca te honran a ti. APLASTA ARTECHE".
Hubo más pancartas ("Arteche, '4' eterno" o "Gracias por todo capitán" y los jugadores, que portaron brazaletes negros en señal de duelo, se sumaron al homenaje dedicando al cielo, dedo en alto, el golazo conseguido por Simao. También fue para él el segundo. Tres puntos de oro para los de Quique y una victoria para despedir al '4', cuya viuda e hijas contemplaron desde el palco.
Arteche vio ayer el primer partido desde su nueva ubicación, el tercer anfiteatro. Desde allí seguirá animando a su Atlético de Madrid, pero ayer un asiento permanecía vacío en el Vicente Calderón. Sólo había un ramo de flores. Cuatro aficionados veteranos los habían depositado ahí. Era el lugar desde el que Arteche sufría cuando su Atleti jugaba en casa. Aquí no le van a olvidar.


Extraído de los medios de comunicación

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