JMJ

Hemos vivido en estos días, y me refiero a cristianos o no creyentes, es decir, al conjunto de todos los ciudadanos que vivimos en este País, la visita de Benedicto XVI para presidir las Jornada Mundial de La Juventud.

Una visita con todo lo que ello representa, jefe del Estado Vaticano, cabeza de la Iglesia Católica y como tal merece, por parte de todos, desde el Rey hasta el último habitante de este País, su máxima consideración y respeto.

Como estamos en crisis y la economía es la que manda, dejando de lado otros valores, que quizás puedan ser más importantes y según el "color" del cristal con que se mire, esta visita ha sido positiva o negativa para los bolsillos de los españoles.

Gasto superfluo, según unos, grandes beneficios, según otros.....nunca sabremos realmente hasta donde llegan unos datos u otros. El gasto ha sido grande ¿quien lo ha pagado?. Los beneficios han sido grandes ¿quienes los han recibido?.....Es verdad que quizás desde mis impuestos se haya sufragado parte de esta celebración, no lo negaré, pero, por muy corto que uno sea de miras, a mi entender, el beneficio obtenido para España, para Madrid principalmente, con la visita de un millón de personas en unos días, supongo que ha sido muy alto, tanto económico como de promoción hacia el exterior.

Pero no disertaré más sobre este tema, ya que, dejando de un lado esta cuestión monetaria, me referiré a la importancia que debe tener el respeto a cualquier acontecimiento que se desarrolle basado en unas ideas u otras, siempre que las mismas valoren al ser humano, claro esta y creo, que sin lugar a dudas, a lo largo de estos días, ha faltado muchas dosis de esta medicina.

Estamos en un País aparentemente libre. Estoy de acuerdo en que la gente manifieste su oposición a la visita del Papa y lo que él representa. Estoy de acuerdo en que muestren su oposición como crean conveniente, pero siempre con respeto.....y de esto ha faltado mucho, a la vista de las imágenes que se han publicado y de los gritos de los manifestantes. La mayoría en tono de burla y con mucho sarcasmo, intentando hacer daño.

Bien es verdad que muchos de estas personas, se infiltran en las manifestaciones, con la sola idea de "montar" follón y sus ideas son nulas, pero es el riesgo que se corre al organizar estas protestas, si no se sabe controlar a los mismos.

Y frente a esto, solo puede surgir el enfrentamiento, entre unos y otros, algunas veces con dialogo, es verdad, pero la mayoría de las ocasiones con insultos y amenazas. Luego vienen los enfrentamientos con la policía, los daños colaterales, etc, etc.....y después las lamentaciones.

Realmente tenemos mucho que aprender, unos y otros, para poder conseguir, no que todos seamos iguales, Dios nos libre, pero que todos sepamos vivir en una sociedad que respete las ideas y los valores de cada uno. Y de esto en España tenemos mucho que aprender.